Para el DIF Estado de México (DIFEM), aseguró, este acto es un momento de trascendencia que sella una de las tareas más hermosas e importantes para ésta institución: "a partir de ahora sus hijos empiezan a convertirse en los hombres y mujeres de bien que nuestro país necesita".
Ante los asistentes reunidos en el Diforama, refirió las palabras que el pequeño Antonio le dijo al momento de recibir su documento que lo acredita como hijo legítimo, en el sentido de que su esposo Enrique Peña Nieto en una visita anterior al albergue en el que vivía, le aseguró que un día tendría una familia y lo cumplió, por lo que la señora Rivera de Peña se comprometió a hacerle llegar el mensaje de agradecimiento.
En ese acto en el que 83 niñas y niños se integraron a sus nuevas familias, y junto con Laura Barrera Fortoul, directora general del DIFEM, Angélica Rivera de Peña compartió un sentimiento muy personal al comentar sobre la oportunidad de tener tres hijos más: "no los tuve en mi vientre, pero los tengo dentro de mi corazón y los amo como si fueran míos", aseguró.
Señaló que ser padres es la oportunidad que la vida puede brindar; los hijos, son una de las razones que nos hacen trabajar para que nuestros esfuerzos sean el futuro de ellos, ya que desde su llegada se convierten en la más grande ilusión de vida.
La esposa del mandatario mexiquense, subrayó ante los adoptantes "estoy segura de su capacidad de amor para dar, por lo que es una fortuna de éstos niños tener padres como ustedes".
Laura Barrera Fortoul, directora general del DIFEM, resaltó que durante la actual administración se ha tenido el privilegio de trabajar para que 442 niñas y niños hoy cuenten con un hogar, por lo que agradeció a los adoptantes su amor, interés, tenacidad y paciencia para que llegara este día tan anhelado y hoy sus hijos del corazón tengan este tan preciado documento que los acredita como hijos legítimos.
Por su parte, Susana Monroy Rosales, madre beneficiada, sostuvo que los sentimientos y sensaciones respecto a un hijo biológico y uno adoptado son los mismos, "lo supimos desde que tomamos tal decisión y recibimos la llamada del DIF diciendo que Juan Carlos, de 4 meses y medio de edad, nos estaba esperando para conocer a su nueva familia".
Expresó un reconocimiento al personal del DIF estatal y la gratitud de los padres adoptantes por la entrega, esfuerzo y dedicación que hicieron posible realizar en las familias la dicha del sueño más deseado que ahora tiene rostro que sonríe, "unos preciosos ojos que nos miran, una pequeña voz que nos llaman mamá y papá, y unos brazos que se estiran para que los estrechemos entre los nuestros", finalizó.
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